Procesar pagos recurrentes de distintos importes es un reto. Las estrategias de precios, los escenarios de venta, la competencia, los consumidores…condicionan la forma en la que se hacen pagos recurrentes.
¿Cuáles son los tipos de pagos recurrentes? Con el paso del tiempo las formas de pago se han multiplicado para adaptarse a las necesidades del mercado actual. La recurrencia deja de ser fija y las posibilidades de pago evolucionan constantemente para maximizar las ventas, la rentabilidad y el crecimiento del negocio.
¿Qué son los cobros recurrentes?
Para comprender los pagos recurrentes, primero necesitamos entender el concepto básico. Los pagos recurrentes, también conocidos como suscripciones o pagos automatizados, son transacciones que se realizan de forma periódica, generalmente mensual o anual, sin necesidad de intervención manual. Estos pagos son comunes en servicios como streaming, software, membresías y facturas de servicios.
Los pagos recurrentes ofrecen una serie de beneficios tanto para los consumidores como para las empresas. Uno de los aspectos más destacados es la comodidad. Al automatizar los pagos, los usuarios pueden olvidarse de realizar transacciones manuales, evitando posibles retrasos y cargos por pagos atrasados.
Además, las empresas también se benefician al garantizar un flujo de ingresos constante y predecible. Esto les permite planificar mejor sus operaciones y ofrecer servicios de manera más eficiente. Asimismo, reduce la carga administrativa al eliminar la necesidad de gestionar numerosas transacciones individuales.
¿Qué diferencia hay entre los cobros únicos y los recurrentes?
La diferencia más evidente entre los pagos únicos y recurrentes radica en la naturaleza de la transacción. Los pagos únicos, como su nombre indica, son transacciones individuales y aisladas. Cada vez que realizas un pago único, estás completando una transacción específica y puntual. Este tipo de pago es común en compras diarias, donde pagas por un bien o servicio en ese momento concreto.
Por otro lado, los pagos recurrentes son transacciones que se repiten automáticamente en intervalos predefinidos, generalmente mensuales o anuales. Estos pagos están vinculados a suscripciones, membresías o servicios continuos. Ejemplos típicos incluyen el pago mensual de una plataforma de streaming o la cuota anual de una membresía de gimnasio.
Para entender mejor las diferencias entre los pagos únicos y los pagos recurrentes debes tener en cuenta lo siguiente:
Pagos recurrentes:
- Compromiso a largo plazo. Al aceptar realizar pagos de forma regular según los términos acordados se crea una relación continua entre el proveedor de servicios y el usuario durante todo el tiempo que dure la suscripción (hasta que se cancele).
- No es necesario realizar ninguna acción manual. Después de la configuración inicial, los pagos recurrentes se procesan automáticamente en las fechas programadas.
- Se repiten en el tiempo. Los pagos están programados para repetirse periódicamente cada mes (normalmente) o cada año. Se crea una previsión de las transacciones con un inicio
Pagos únicos:
- No se crea un vínculo para el futuro. Después de realizar un pago único, no hay un compromiso continuo de realizar más pagos en el futuro a menos que se realice otra transacción específica. Es un evento aislado.
- Hay una intervención manual en cada transacción. Aunque algunos métodos de pago permiten almacenar información para facilitar pagos futuros, cada pago único implica una decisión y una acción específicas por parte del usuario.
- Son específicos y puntuales. Se realizan de manera conjunta a la venta, el cliente hace el pago en el mismo momento en el que adquiere el producto o servicio y paga por él una única vez. La próxima vez se inicia una nueva operación puntual.
Pagos recurrentes fijos
Con este modelo los negocios generan ingresos recurrentes tanto tiempo como los clientes mantengan activa su suscripción. El punto diferencial es que estos ingresos son constantes en el tiempo y no varían. La recurrencia se mantiene fija en cualquiera de los casos.
Se puede decir que es la forma de hacer cobros recurrentes más tradicional y también la más simple, ya que la misma tarifa se repite mes tras mes (o año tras año) sin aplicar cambios de ningún tipo. El usuario paga exactamente lo mismo en cada cuota, sin importar el uso o consumo del servicio y, por otro lado, decide cuándo dar de baja su suscripción.
En general, este modelo es utilizado por la mayoría de los SaaS que ofrecen su software a través de modelos de suscripción con cobros recurrentes fijos, a través de los cuales los usuarios tienen acceso libre al uso del software.
Pagos recurrentes basados en el uso
Con la evolución de los modelos de pago encontramos los pagos recurrentes basados en el uso o consumo. En este modelo, los clientes pagan sólo por el uso real que han hecho de un producto o servicio. Así se consigue proporcionar la máxima flexibilidad tanto para las empresas como para los consumidores, quienes demandan precios flexibles para pagar solo por el valor real que han obtenido.
La recurrencia basada en el uso utiliza el nivel de consumo que hace el usuario para determinar el precio que pagará en cada ciclo de facturación. Este modelo de precio es muy claro en ciertos servicios online como el almacenamiento en la nube, que en función del espacio que utiliza el usuario paga un precio.
Lo cierto es que cada vez más negocios están implementando este modelo de cobro para personalizar sus precios a las necesidades de sus clientes.
Pagos recurrentes por usuario
Otro modelo que se ha implantado entre muchas plataformas es el precio por usuario. Esta modalidad de pago recurrente se basa en la cantidad de usuarios que están activos en el servicio, y en base a ese número se calcula la cuota total a pagar en cada mensualidad.
Con este pricing los pagos recurrentes varían cada mes, pues está pensado para ajustar los precios a la cantidad de personas que hacen uso del servicio o plataforma en cuestión. De esta manera, se personaliza a cada cliente. Es habitual encontrar estos planes de pago en softwares B2B, que adaptan su estrategia de precios al número de empleados que tenga su cliente, por ejemplo. Muchas herramientas para empresas ofrecen esta posibilidad y ajustan sus cobros a la cantidad de usuarios activos que han dado de alta los clientes.
Pagos recurrentes por funcionalidad
Por último, los pagos recurrentes por funcionalidad están presentes en muchos de los softwares actuales. Se trata de ajustar el precio de la mensualidad a las funcionalidades que decide utilizar el usuario.
Se crean distintos planes de pago recurrente con diferentes funcionalidades en cada uno de ellos, así el usuario puede elegir cuántas necesita y pagar por ellas de forma flexible. Del mismo modo, también se pueden añadir funcionalidades específicas que se sumarían al precio.
Los retos de los pagos recurrentes
Es esencial comprender las diferencias entre cada uno de los tipos de pagos recurrentes que existen, especialmente entre aquellos que son variables. La variabilidad en los cobros es un elemento que se está imponiendo entre los negocios con pagos recurrentes. Esto sucede porque los clientes demandan precios más ajustados a sus necesidades y preferencias particulares, y un modelo de suscripción fija ya no es una solución suficiente.
Sin embargo, hacer cobros recurrentes variables es un gran reto para cualquier empresa. La variabilidad implica hacer cálculos sobre cada una de las condiciones de cobro (uso, consumo, número de usuarios, upgrades, downgrades...), y tener las herramientas para medirlas, así como para ejecutar los cobros correspondientes.
Los pagos recurrentes se han convertido en un esencial para los negocios actuales, pero también en una dificultad añadida para su operativa. Los escenarios de cobro están evolucionando y cada vez se hace más complejo administrar pagos recurrentes en todas sus formas.
Para hacer frente a este nuevo reto, las soluciones de automatización de pagos recurrentes se ha convertido en la única forma de gestionar y administrar cobros en cualquiera de sus formas.
