¿Por qué el billing no es solo “construir” o “integrar”?
La dicotomía entre construir o comprar cualquier software es algo a lo que se enfrentan todos los negocios en algún momento. Ya sea en los inicios de su funcionamiento o durante su crecimiento, la decisión de desarrollar de manera interna un sistema personalizado surge frente a la opción de utilizar un sistema ya creado por una empresa externa.
En lo relativo al billing o la facturación recurrente la decisión no se resumen en solo construir o comprar un sistema. Implica una combinación de varios factores complejos, tanto operativos como estratégicos, que van más allá de la creación o adquisición de un sistema o plataforma.
Entre ellos destacan:
- La adaptación a las necesidades particulares del negocio.
- La escalabilidad a medida que el negocio crece o cambia.
- El cumplimiento legal de las distintas normativas y regulaciones de la industria y país.
- El mantenimiento para garantizar el correcto funcionamiento de la aplicación.
- La integración con otros sistemas como ERP, CRM u otras herramientas.
- La complejidad en la gestión de múltiples modelos de negocio, lo que puede incluir modelos de precios como tarifas planas, precios basados en uso, suscripciones, o tarifas variables.
- Los costes a largo plazo.
- La experiencia de usuario en términos de claridad, facilidad de uso y confianza.
Teniendo en cuenta estos factores, se puede tomar una decisión más fundamentada, pero en cualquier caso, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta son las diferencias que existen entre dos modelos de empresa: aquellas que se encuentran en una etapa temprana y aquellas que son grandes compañías.
Estas diferencias plantean dos escenarios de uso muy distintos que resuelven sus necesidades de manera opuesta.
Casos de uso: SaaS en etapas tempranas vs. grandes compañías
Un SaaS en su etapa inicial y una gran compañía presentan diferencias significativas en varios aspectos fundamentales, desde el enfoque en el producto, la estructura organizativa, o los recursos financieros, hasta la cultura de la empresa y la forma en que abordan el mercado.
Un SaaS emergente se centra, en primer lugar, en el desarrollo de un Producto Mínimo Viable (MVP) con el objetivo de probar la idea en el mercado y obtener retroalimentación rápidamente. La prioridad es la velocidad y la adaptabilidad, buscando ajustar el producto a medida que se recibe feedback de los primeros usuarios. Esto le lleva a implementar rápidamente soluciones que les permitan probar el mercado y adaptarse a él en el menor tiempo posible.
Por otro lado, una gran compañía tiene un producto más maduro, con un enfoque en la mejora continua y en la innovación, atendiendo a una base de clientes mucho más amplia y diversificada. En este caso, las compañías cuentan con más recursos financieros que les permiten invertir en tecnologías más avanzadas y arquitecturas robustas con las que escalar de manera eficiente, al tiempo que aseguran la estabilidad y la seguridad de sus sistemas.
Con estas condiciones y diferencias encontramos dos tipos de casos de uso:
- Por un lado, las early stage con un modelo de precio híbrido y donde su prioridad es la rapidez. Por lo tanto, la opción que primero se plantean es la de adquirir un sistema externo para focalizarse en el crecimiento de su producto. Normalmente recurren a soluciones como Stripe.
- Por otro lado, las grandes compañías tienen modelos de precio muy complejos, pero también cuentan con muchos más recursos. Además, las distintas partes de la compañía tienen objetivos particulares que incluyen el lanzamiento de nuevas funcionalidades, las integraciones con otras herramientas de datos y análisis o incluso la iteración de las estrategias de precios. Estas compañías están caracterizadas por qué:
- Entienden la complejidad de los sistemas de billing.
- Tienen un sistema de precio tan complejo que ninguna solución existente ha podido darle servicio al 100%.
- Destinan a sus ingenieros senior a la construcción y mantenimiento de un sistema de billing interno.
Como consecuencia, las grandes compañías se presentan como el caso de uso más interesante para los sistemas de automatización de cobros recurrentes, ya que conocen el panorama de los cobros recurrentes y el billing con mayor profundamente, lo cual les posiciona en un lugar distinto, más cercano a la realidad que se encontrarán
Dos formas de integrar un sistema de billing:
Cuando una empresa necesita automatizar cobros recurrentes se enfrenta a dos posibles soluciones. Por un lado, como hemos comentado, existe la posibilidad de utilizar una solución externa (normalmente una plataforma de suscripciones o cobros recurrentes) que se integra con ciertas limitaciones. Por otro lado, también es muy habitual construir una solución de cobro recurrente propia, en especial aquellas compañías que tienen recursos para ello (técnicos y económicos).
Para entender mejor cada una de estas posibilidades, vamos a compararlas y reflexionar en qué casos serían interesantes, por qué y, en especial, por qué no son la opción más indicada según el caso de uso.
1. Construir un sistema de billing propio
La solución que se plantean las corporates y grandes compañías la mayoría de las veces es el desarrollo de una solución de cobro recurrente propia.
Si por algún motivo consideras que una solución ya creada no le da el servicio que necesita tu empresa y decides construir la tuya propia, recomendamos echar un vistazo a la siguiente tabla. En ella vemos en detalle algunas de las diferencias entre la opción de construir un sistema de billing propio y utilizar una solución de billing como Uelz.
Integrar un sistema de billing de terceros
Si por el contrario, has decidido que utilizar un sistema ya existente es la solución que más te conviene por la ventaja principal de no tener que hacer tu propio desarrollo, te recomendamos consultar esta tabla, donde verás las diferencias entre algunas de las soluciones de cobro recurrente más populares del mercado y Uelz.
En conclusión, desarrollar un sistema de facturación propio puede parecer atractivo al principio, especialmente cuando desconocemos las complejidades involucradas y existe la motivación de resolver este problema en poco tiempo. Sin embargo, la realidad es que tanto las necesidades de facturación como los modelos de precios de una empresa son dinámicos y evolucionan constantemente.
A medida que tu negocio crece, será necesario añadir nuevas funciones e integraciones de facturación y mantenerlas. Si no estás dispuesto a formar un equipo dedicado exclusivamente a la ingeniería de facturación, lo más prudente es considerar una solución que crezca contigo, que sea flexible y que tu equipo de desarrollo pueda mantener sin esfuerzo.
Plataformas como Chargebee o Stripe Billing ofrecen alternativas consolidadas que podrían ajustarse a esta necesidad. Sin embargo, sus modelos de negocio están más orientados a empresas de suscripción y plataformas de comercio electrónico, y además, sus tarifas también son un gran inconveniente para las compañías en crecimiento y con alta transaccionalidad.
Si decides asumir el reto de construir tu sistema de facturación, te animamos a hacerlos a través de la API de Uelz. A partir de ella, podrás automatizar toda clase de cobros recurrentes y activar el motor de billing para cualquier modelo de precio, además de personalizarlo más a tus sistemas y herramientas previas si el nivel de desarrollo técnico de tu negocio así lo requiere. Consulta todas las posibilidades de integración en nuestra documentación.
El billing no es una cuestión que se resume en una decisión simple: construir o integrar, implica muchos aspectos del negocio y todos ellos repercuten en el equipo técnico.