Las transferencias bancarias son una de las formas de pago más utilizadas entre los negocios. La tecnología Open Banking, por su lado, ha revolucionado la forma de operar online gracias a la inmediatez y seguridad de los pagos por esta vía. Sin embargo, existe una problemática generalizada respecto a la posibilidad de anular una transferencia bancaria.
¿Pueden los clientes anular una transferencia bancaria? Hacerlo puede suponer un grave problema para los negocios. Te explicamos todos los detalles y excepciones sobre las devoluciones de transferencias bancarias, cuándo se pueden hacer y las medidas de seguridad que existen de cara a los negocios.
¿Qué es una transferencia bancaria?
Una transferencia bancaria es una forma de pago que permite el traspaso de dinero de una cuenta bancaria a otra, ya sea dentro de la misma entidad financiera o entre distintas.
Por otro lado, la tecnología Open Banking ha permitido revolucionar la operativa mediante transferencias bancarias más rápidas y seguras, que permiten a los compradores hacer pagos de manera sencilla y cómoda. El funcionamiento de este método de pago ha mejorado las relaciones comerciales entre clientes y negocios dentro de la Unión Europea gracias a la regulación PSD2, que se implementó para fomentar la apertura y seguridad en el mercado de servicios de pago.
Además, esta normativa ha permitido la entrada de nuevos actores al mercado financiero, como las fintech, los iniciadores de pago o los proveedores de servicios de pago.
Las transferencias bancarias PSD2 han impactado en la industria financiera de manera significativa, cambiando tanto la forma en la que los clientes realizan transacciones, como en la que las empresas reciben cobros.
Ventajas de cobrar por transferencia bancaria PSD2
- Pagos en tiempo real. El tiempo de transferencia varía en función del tipo de transferencia bancaria, pero no suele superar un día. Las transferencias inmediatas, por ejemplo, envían los fondos al instante, mientras que las convencionales tardan unas horas.
- Costes más bajos. Las comisiones respecto a otros métodos de pago como las tarjetas son mucho más bajas.
- Seguridad. Las transferencias bancarias son altamente seguras, ya que no se comparte la información bancaria de ninguna de las partes y además se realizan a través de sistemas bancarios encriptados.
- Amplia aceptación. Se trata de un método de pago aceptado por la mayoría de empresas, lo que las convierte en una opción habitual para realizar pagos entre empresas.
¿Se puede anular una transferencia bancaria?
No hay una respuesta definitiva para esta pregunta. Dependiendo del tipo de transferencia empleada y de otras variables se puede anular una transferencia bancaria o no.
En general, no se puede anular una transferencia bancaria cuando la operación ha sido ejecutada y procesada por completo. Sin embargo, existen ciertas excepciones que permiten devolver una transferencia bancaria cuando se ha cometido un error en el pago.
Si una transferencia se ha emitido con un error en la cuenta beneficiaria, con un importe equivocado o se ha duplicado, el emisor puede anular una transferencia bancaria de dos formas:
- Poniéndose en contacto con el titular de la cuenta beneficiaria.
- Poniéndose en contacto con el banco para iniciar un proceso interbancario.
Por otro lado, las transferencias PDS2 no se pueden anular de ninguna de las maneras, de hecho es una de sus características y ventajas, aumentando la seguridad respecto a otro tipo de transferencia.
Cómo iniciar una anulación de una transferencia bancaria en Uelz
Como puedes ver, sí existe la posibilidad de recuperar el dinero enviado a través de una transferencia, pero no se puede anular una transferencia desde la app del banco del cliente, por ejemplo.
Si tu cliente solicita una devolución de su transferencia y se pone en contacto contigo para iniciar el proceso, puedes anular su transferencia a través de una solución de terceros.
La limitaciones de la PSD2
A causa de la regulación PSD2, la única manera en la que se puede anular una transferencia es a través de sistemas de terceros que desarrollan las funcionalidades necesarias para complementar los servicios que ofrecen los iniciadores de pago o los bancos.
La PSD2 garantiza la máxima seguridad a ambas partes de la transacción, ya que no se intercambian datos bancarios en ningún momento. Pero justo esta característica es la que no permite a los beneficiarios devolver el cobros a los clientes que lo soliciten, haciendo una transferencia de vuelta. Por otro lado, la inmediatez de la transferencia tampoco permite detener el traspaso de dinero de la cuenta emisora a la beneficiaria.
Así pues, aunque las transferencias inmediatas no sea posible anularlas por seguridad para el negocio, sí se pueden ofrecer formas de devolución a los clientes cuando un cobro se ha producido de manera errónea o se ha llegado a algún tipo de acuerdo.
Devoluciones totales y parciales
Desde una plataforma de gestión de cobros como Uelz se pueden iniciar procesos para gestionar incidencias o devoluciones a los clientes cuando se haya pactado, incluso para las transferencias PSD2.
Las devoluciones son algo tan importante para los negocios como lo son los propios cobros. Las políticas de devolución son una garantía de seguridad y confianza para los clientes, al mismo tiempo que los negocios tienen sus cobros asegurados con métodos de pago como las transferencias.
Además, las devoluciones se pueden hacer de múltiples formas, ya sea de manera total (devolviendo el importe íntegro) o parcial (devolviendo parte del importe total).
En el dashboard de Uelz puedes encontrar estas opciones para realizar devoluciones a tus clientes, tanto totales como parciales, sin importar el método de pago empleado.
En conclusión, no se puede anular una transferencia una vez se ha ejecutado, y todavía menos cuando se produce entre bancos distintos. En este sentido, se trata de un método de pago altamente seguro para los negocios, ya que los clientes nunca podrán solicitar una devolución de manera unilateral.
Si se ha producido alguna incidencia durante el proceso de pago, se puede solicitar una devolución del importe total o parcial de la operación, siempre que así se haya acordado con el cliente.